La Plaza de Toros Maestranza César Girón es un coso taurino ubicado en la ciudad capital del estado Aragua, Maracay en la región centro norte montañosa de Venezuela. Fue declarado Monumento Histórico Nacional el 15 de abril de 1994 según Gaceta Nº 35441.1
Construida con un rico estilo europeo, es obra del importante arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva y está inspirada en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Lleva este nombre en honor al destacado torero venezolano César Girón y tiene capacidad para albergar 7 mil personas aproximadamente.2
Fue abierta al público en enero de 1933, cuando el país se encontraba bajo el mandato del general Juan Vicente Gómez, quien habitualmente prefería gobernar desde esta ciudad y fue quien decidió mandar a correrigir esta obra. La plaza sufrió una importante remoledación hace poco y actualmente se realizan en ella corridas, entre otros actos, siendo las más importantes las realizadas cada año durante las festividades de las Ferias de San José, patrono de Maracay.
Las principales peñas taurinas de la maestranza de Maracay son «Los 40», la más antigua y «Amigos Taurinos de Aragua» con sede en el municipio Francisco Linares Alcántara.
La historia de la maestranza César Girón está muy asociada al inicio de las festividades patronales de San José.1 El entonces vicepresidente de Venezuela Juan Vicente Gómez promovió la primera feria josefina en Maracay en el año 1905 con tres corridas de toros en un circo improvizado en el centro de la ciudad cerca de la plaza Girardot y la catedral. Al hacerse populares las corridas de toros, Florencio Gómez Núñez, Juan Belmonte García y otros empresarios fundaron ganaderías, incluyendo «La Quebrada», «La Providencia» y «Guayabita» con toros españoles destinados a padrear vacas importadas y criollas.
Con la cría de toros de bravadas y con el respaldo de la experiencia en el Nuevo Circo de Caracas y otras plazas en el centro del país, los Gómez promovieron la construcción de la Maestranza de Maracay.
Los arquitectos Carlos Raúl Villanueva y Luis Malausena ya habían realizado obras para Gómez, incluyendo proyectos en Maracay como el Hospital Civil de Maracay y el Teatro de la Ópera de Maracay, de manera que ambos presentaron modelos para la nueva maestranza. Fue aprobado el proyecto de Villanueva para la construcción en la urbanización Calicanto en el límite norte del centro de la ciudad que contenía en ese entonces potreros de monte y paja así como depósitos de gasolina. Se decidió un tamaño menor que las plazas Arenas de Valencia y del Metropolitano. La obra se estimó en 1.800.000 bolívares y la construcción comenzó en el año 1931 empleando cerca de 200 obreros. Gómez y Villanueva supervisaban los detalles de la obra muy de cerca hasta cuando la plaza había tomado forma un año después. A finales de diciembre de 1932 la plaza lucía tablas y burladeros de rojo que aún permanecen de ese color en el presente. Las tablas fueron colocadas en forma vertical y móviles para que al chocar los toros no se partieran los cuernos.
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